PRINCIPIO DE ALEGRIA
Las clases de educación motriz deben plantear situaciones vitales de permane.
Tíe y dinámico desarrollo para ¡os j ó v e n e s y adolescentes, con variantes que
les permitan vislumbrar a cada momento sus posibilidades personales como un
iiici
oviiiuüu ucstubriHiitíiiiü.Estas sensaciones dependen de cómo experimenten el placer de moverse, de
resolver con é x i t o los problemas que se plantean y de tener la posibilidad de poner
en juego sus capacidades funcionales.
Durante la adolescencia, y especialmente entre los varones, la habilidad y
capacidad f í s i c a s son una fuente de "prestigio" en el seno de los grupos. AI ofo
«(M!fr
en lugar de brindarles alegría y satisfacción personal, las actividades físicas
terminan por ser motivo de burla por parte de los compañeros. En otros casos, Ies
toca soportar la frialdad e indiferencia, sentirse evitados o abandonados.
En las clases de educación motriz se presentan todos estos factores de afirmación
o inhibición de la personalidad. De! clima que sepa crear el maestro, de
la comprensión que demuestre hacia sus alumnos más t í m i d o s sin forzarlos con
exigencias compulsivas, evitando que lo más importante sea el eficientismo, dependerá
que éstos se sientan cómodos y alentados hacia su propio desarrollo y
a u t o a f i r m a c i ó n . "Es en una a t m ó s f e r a de despreocupada a l e g r í a y contento donde
los inhibidos se sentirán animados, con mayor facilidad, a emprender sus primeras
y t í m i d a s tentativas de participación. Precisamente cuando tienen la sensación
de no ser observados aparecen espontáneamente expresiones de movimiento
placenteras, a veces tormentosas."^!
Las actividades motrices deben ser un medio de gozo, seguridad y afianzamiento
de la personalidad. Esto sólo es posible en un ciima de libertad, donde el
educador oriente la disciplina y brinde oportunidades cada vez mayores de compartir
responsabilidades por medio de la colaboración grupal.
Por otra parte, es necesario encauzar a los alumnos que se muestran descontrolados,
fanfarrones y jactanciosos, quienes llegan a veces a la agresividad.
El maestro debe lograr que todas estas actitudes —perturbar el curso de las tareas,
hacerse notar, etc.— pasen a ser manifestaciones superfluas, y que los
alumnos puedan experimentar poco a poco sus cualidades más positivas; esa
desbordante energía se verá compensada si se comprende la necesidad de cooperacionel placer de brindar, colaborar y compartir.de todade educación física, aun cuando siempre se ha aspirado a esto. Ya a principios
la clase de educación del movimientosu más íntimo y profundo contenido'.
alegres", "placer
orden promovidos, compartidos y establecidos por todo el grupo, y si la dirección
del aprendizaje se traduce en formas autoritarias, militaristas y apartadas de las
auténticas necesidades de
espontaneidad y plenitud,
funcional", etc. En realidad, si no existen una libertad ylos adolescentes, antes que crear un clima de naturalidad,en las clases predominarán la tensión, la represión,las frustraciones y el desinterés; no habrá auténtica
En última instancia, la represión de la necesidad de movimiento, como privación
funcional, debilita la iniciativa personal, cualidad fundamental para la formación
de hombres libres. "No ha de causar extrañeza, pues, que los niños frus
en
sientan poco
Otro factor fundamental que demuestra la necesidad de que exista alegría
en las clases, es el de la dinámica motivacional:
una
para
alegría colabora en la obtención de mejores
con la
educación.tradossu necesidad vital sean tímidos, inhibidos, inseguros y torpes y seimnnlRaHnR a penetrar en la vida y explorar el medio."^^el placer por el movimiento permitedesinhibición por la cual los impulsos, la disposición y la permeabilidadel aprendizaje, se aceleran y permiten una mayor eficacia en el trabajo; laaprendizajes. A la vez, esto no ss contraponeautodisciplina personal y grupa!, para el logro de los objetivos detrabajo.
"Sin libertad, espontaneidad y alegría,
nierde la clase de educación del movimientosu más íntimo y profundo contenido'.
descubriendo
La alegría, por io tanto, no es el resultado natural o permanente
clase
de siglo, Guths Muths enunciaba a las tareas gimnásticas como "ejercicios
f<pió tiempo, los factores del crecimiento y el desarrollo hacen que en muchos ca- sos se manifiesten torpeza y poca coordinación en los movimientos, por lo que,
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